BUENOS AIRES.- El flamante presidente del Paraguay, Federico Franco, abogó ayer porque las relaciones de su país con la Argentina "sean absolutamente reconducidas y vuelvan a ser armónicas, respetuosas y proporcionales, respetando la autodeterminación de los pueblos", en declaraciones a Radio 10, de la Capital Federal.
El vínculo está roto desde la destitución de Fernando Lugo, el viernes, lo que llevó a la Argentina a anunciar el retiro de su embajador en Asunción. Sin embargo, Franco aseveró que el diplomático argentino, Rafael Romá, dejó ese cargo "hace cuatro meses", y fue condecorado en un acto al cual él asistió. "Los temas que unen a ambos países son muchos más de los que nos desunen. Paraguay tiene convenios muy importantes con la Argentina, como la represa de Yacyretá", aseveró, para luego sostener que la destitución de Lugo "fue un proceso constitucional y legal". "Si el Presidente es destituido y el vicepresidente no asume, había una guerra civil", advirtió.
El nuevo mandatario designó ayer a su gabinete, en el cual dejó vacante la cartera de Hacienda tras la renuncia de Dionisio Borda. Siete de los miembros pertenecen al Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), que fueron aliados de Lugo al momento de asumir el poder en 2008: José Félix Fernández Estigarribia (canciller); EnriqueSalyn Buzarquis (Obras Públicas); Antonio Arbo (Salud); Enzo Cardozo (Agricultura); Francisco Rivas (Industria y Comercio); María Lorena Segovia Azucas (Justicia) y Martín Burt (secretario General de la Presidencia). Otros dos ministros integran el Partido Colorado (los titulares de Interior, Carmelo Caballero, y de Educación, Horacio Galeano), mientras que en Defensa estará María Liz Arnold (Unión de Ciudadanos Éticos, partido que lidera el ex general Lino Oviedo), quien aseveró que la redefinición del rol de las Fuerzas Armadas en la seguridad nacional será una prioridad del Gobierno. En el país actúa el grupo armado insurgente Ejército Popular Paraguayo. (DyN-DPA-AFP-Télam)